La cocina ha dejado de ser un simple lugar para preparar alimentos; se ha transformado en el verdadero corazón de la vida social y familiar. Las reformas modernas apuestan por derribar muros y abrir este espacio al resto de la vivienda, creando un entorno diáfano, versátil y lleno de vida.

La clave de este nuevo concepto es la isla central. Más que una superficie de trabajo, actúa como un punto de encuentro: un lugar para desayunos rápidos, para que los niños hagan sus deberes mientras se prepara la cena o para tomar una copa de vino con amigos. Es un elemento que unifica y distribuye el espacio con elegancia.

En nuestras reformas, diseñamos cocinas que se integran a la perfección con el salón y el comedor. Utilizamos paneles que ocultan los electrodomésticos, materiales que dialogan con el resto del mobiliario y una iluminación cuidada que permite adaptar el ambiente para cada ocasión.